By / 30th agosto, 2018 / Blog, Notícias / No Comments

Valderrobres cuenta con maravillosas vistas desde cualquier punto del pueblo.

Sobre la figura de Valderrobres destacan el soberbio castillo gótico y la iglesia de Santa María la Mayor. La iglesia fue construida a lo largo del siglo XIV. Posee una sola nave, de tres tramos y ábside heptagonal. Todos los tramos y capillas se cubren con bóveda de crucería gótica. Entre el ábside y el primer tramo de la iglesia, se levanta un campanario octogonal rematado por una galería almenada.

Es destacable la portada de la iglesia rematada con un hermoso rosetón. Tiene arquivoltas en arco apuntado y una excelente decoración escultórica con un Pantocrátor en el tímpano, en los capiteles y laterales.

El Castillo, formando conjunto con la iglesia, es monumento nacional desde 1931, remonta su origen a la primera etapa de construcción de la iglesia pero, al quedar pequeña, se hizo una ampliación durante la prelatura del arzobispo don García Fernández de Heredia (1383-1411), quien mandó construir la casi totalidad de la planta baja (a excepción de la zona más próxima a la iglesia), mientras que la primera planta y parte de la tercera sería concluida con Dalmau de Mur (1431-1456).

Ante el castillo, que es de planta poligonal irregular, se abre un amplio patio de armas, amurallado por el arzobispo don Hernando de Aragón (1539-1575). La planta baja tiene dos alas construidas en ángulo casi recto, las cuales albergan caballerizas, bodegas, calabozos y una sala de recepción. A la primera planta se llega por dos escalinatas y allí se encuentran las salas más importantes del castillo: comedor, cocina con despensas anejas, salas de reuniones, biblioteca y dependencias del arzobispo y mayoral del castillo. La segunda planta posee dos zonas distintas, una para dependencias de los servidores y otra en torno a un patio elevado para recreo de los propietarios.

Otro de los edificios emblemáticos de Valderrobres es el Ayuntamiento. Esta importante obra del manierismo aragonés fue terminada en 1599 según se desprende de los escudos con el roble y la fecha. Todo el edificio es de piedra labrada y consta de tres plantas. En la planta baja se abre una lonja con arcos de medio punto. En el interior se encuentra el cuerpo de escaleras, los calabozos y algunas dependencias municipales. La planta noble alberga las dependencias municipales y la vivienda del alguacil. La planta superior presenta una serie corrida de arcos de medio punto y albergaba diversas dependencias, que fueron unificadas en un gran salón de actos durante la restauración del edificio.

Para acabar esta visita es obligatorio el paso por el puente medieval sobre el Matarraña, lugar desde donde se tiene una espectacular visión de conjunto de la población.


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